Distriartistas!

miércoles, 15 de junio de 2016

Domótica, el gigante que está despertando de la mano del internet de las cosas.




La domótica nace a finales de los años 70; en su primer presentación fue utilizando el protocolo X10, el cual consiste en transmitir datos o audio a través del sistema eléctrico, sistema que aún hoy en día es utilizado por algunas de las compañías que ofrecen soluciones domóticas.

La domótica fue evolucionando y en las siguientes décadas empezaron a surgir protocolos de comunicación como MODBUS y las instalaciones empezaron a adquirir una estructura tecnológica dedicada. Su gran desventaja era que su uso implicaba adquirir equipos diseñados para la industria para ser aplicados en las viviendas, lo que se traducía en un gran problema de masificación, ya que los costos de adquisición eran muy elevados, sumados a la  adecuación de la  estructura de la vivienda.

Posteriormente aparece el protocolo de comunicación Zigbee, el cual da luz a generar desarrollos de domótica con tecnología inalámbrica; aunque fue funcional, los costos no fueron favorables para la masificación de la domótica, pues a pesar de contar con dispositivos inalámbricos, pero que cuentan con limitantes de alcance, cantidades disponibles y dependencia de otros dispositivos para poder funcionar.

Con la llegada del internet masificado y  posicionándose en la escala de las necesidades  humanas, la domótica toma un nuevo aire y se pensaba que el momento en el cual la interfaz de control de usuario podría ser más práctica, había llegado. Esto, en una suposición de funcionamiento sería perfecta para un producto nuevo, pero las grandes empresas de la industria en la actualidad aún utilizan el protocolo X10 y se enfocan en tener dispositivos dependientes de centrales, que deben contar con un espacio dispendioso y que en última no favorece, ni la adquisición de los productos por una masa representativa, ni mucho menos el uso de los dispositivos por parte de los pocos demandantes. Por esta razón, las empresas intentaron desarrollar híbridos entre los sistemas tradicionales y los sistemas alámbricos, provocando  una migración minúscula al protocolo Zigbee con un sistema que se comunica a través de internet para generar una mejor experiencia y brindar aún más confort a los usuarios, aún estando fuera de sus viviendas. No obstante, este intento de tener el mejor punto de masificación de la domótica ha sido fallido, partiendo del hecho que la mayoría de las personas desconoce el término domótica, y cualquier consumidor no tiene una marca presente.

En este momento, la oportunidad que brinda el desarrollo de tecnologías como 5G que garantizará la conexión con gran ancho de banda, permitirá tener un mayor y mejor cubrimiento de internet móvil, lo que se traduce en un crecimiento exponencial de los usuarios que tendrán en su bolsillo un control para domótica potente. Partiendo de eso y sumado al movimiento generado por las industrias y las grandes comunidades llamado el Internet de las Cosas (IoT), la domótica busca robustecerse de la mano del internet, para estar presente en la mayor parte de los dispositivos electrónicos, buscando una hiperconectividad que haga más productivo el diario vivir.

Esta masa que está generando un desarrollo y un avance tecnológico de gran magnitud, se espera que al 2020 sea la mayor generadora de activos a nivel mundial, y si esto se refleja en el crecimiento del PIB mundial, la nueva era será del control, debido a que actualmente vivimos la era de la información, en la cual quien tiene los datos tiene el poder; un ejemplo claro es el hecho de que las empresas más valorizadas del mundo sean Google, Apple, T&T Mobile, Microsoft, Facebook, entre otras.  Se espera que en la siguiente era el poder lo tendrá quien administre mejor la información, mediante el uso de tecnologías como las propuestas por el interdisciplinario internet de las cosas, con el cual no solo podremos saber que algo está ocurriendo, sino también podremos estar tranquilos de que un sistema de precisión estará tomando la decisión más adecuada en cuestión de milésimas de segundo, lo cual representa una ganancia en tiempo y en millones de dólares para las grandes industrias. El surgimiento de nuevas tecnologías como el grafeno, harán que el concepto de usabilidad, portabilidad y funcionamiento sean totalmente distintas a lo que conocemos. Igualmente,  la hiperconectividad que ofrece el internet de las cosas, nos permitirá saber todo lo que ocurre dentro de nuestra vivienda y fuera de la misma, con sistemas que a pesar de parecer como un simple botón, esconden la maquinaria más compleja y robusta que pueda tener la industria; es la mezcla perfecta entre ciencia y humanidad, que traerá consigo el pontencializador de la realidad aumentada y la inteligencia artificial. La magnitud del internet de las cosas es aún más grande y más necesaria que la misma aparición de los computadores y los principios del internet.


Julian Dario Luna Patiño
JudLup!
Domoteco S.A.S