En un mundo que avanza y cambia rápidamente, la constante diferenciadora a la hora de ser competitivos e intentar escalar a una posición privilegiada es denominada "Innovación", pero que es tal cosa?, según la Real Academia Española es "Creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado." , pero... realmente la creación o modificación de un producto es una innovación?.
En nuestro mercado vemos "innovaciones" simples y complejas, qué las diferencia y hacia donde enmarcamos tal cualidad que los hace superiores a las cosas, tener un factor poco común dirían muchos que es la razón por la cual dicho producto tiene un gran impacto y acogida, pero detrás de esto es donde realmente se encuentra la clave de todo, el producto no es innovador por lo que contiene o hace, el producto lo hace "innovador" son los ojos con que se mire y el momento en que se presentó, son actores terciarios que entrar a jugar un papel importante a la hora de que un producto se vuelva una tendencia o alcance ese gran punto al cual todos quieren llegar.
La innovación no es sinónimo de innovar, ya que las personas persiguen la visión de lo que está actualmente y ese es su punto de partida, las decisiones de que se "innova" y que no, se toman con mente conservadora, donde si eso ya funciona, partamos de ahí, para alcanzar una innovación exitosa, no solo se es necesario construir o modificar algo, es cambiar la mentalidad de a quien le presentamos las cosas, las innovaciones no son innovaciones por si mismas, las personas les dan ese valor cuando son capaces de asumir una posición de cambio, aceptarla y ver mas allá de lo tradicional.
Lo importante es como "disfrazar" las innovaciones para que al ser presentadas se asimilen de una manera practica y se pueda visualizar, muchos dirían, hacer que el cliente llegue a la experiencia o el sentir del producto, cuando se llega a este punto la vitalidad de nuestra creación o modificación estará alcanzado un crecimiento exponencial.
No siempre el criterio de una excelente idea mal vendida es fracaso seguro, ya que todo lo que nos rodea nos genera parámetros nuevos que nos permiten darle la vuelta a las cosas, comúnmente los mismo pero de otra forma, funciona, la perspectiva del ojo es algo con lo que se puede llegar a obtener grandes beneficios a la hora de ofrecer un nuevo producto y ya ha sido descartado, siempre he pensado, un no, no es un no rotundo, es un por ahora no, esto nos permite re evaluar las posibilidades de mejora hacía lo que se intenta ofrecer y la manera en que lo hacemos, porque no siempre la puerta se abre al primer toque.
Un punto a favor es que comúnmente la gente no sabe lo que quiere, dejarles la tarea de escoger en una serie de opciones no siempre es la mejor manera, la flexibilidad en exceso es algo que está mal visto por el ojo comprador, es mejor asesorar e ir proyectando al cliente hacia sus requerimientos y sugerir una solución a los mismos, recuerden, el cliente siempre nos dirá por que está dispuesto a pagar.
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